Este verano pasado (2025), durante varios recorridos por la carretera que une Utrera con Carmona en Sevilla tuve la ocasión de encontrarme con varios ejemplares de Carraca europea [European Roller - Coracias garrulus], posadas tranquilamente sobre el tendido eléctrico, vigilando los campos que se extienden a ambos lados del asfalto.
La carraca es una de esas aves que no pasan desapercibidas. Su plumaje azul intenso, con contrastes verdosos y alas oscuras, destaca incluso a distancia. Posadas en los cables, adoptan esa postura erguida tan característica, como si estuvieran permanentemente de guardia. Fue precisamente así como las localicé, antes incluso de detener el coche para intentar fotografiarlas.
![]() |
| Clic para agrandar |
La carraca es una especie estival en la Península Ibérica. Llega desde África subsahariana avanzada la primavera, normalmente entre finales de abril y mayo, tras un largo viaje migratorio que la lleva a cruzar el Sáhara. Aquí encuentra lo que necesita para criar: espacios abiertos, cultivos tradicionales, pastizales y arbolado disperso, además de viejas construcciones o huecos donde instalar el nido.
Durante el verano es relativamente fácil verla en zonas agrícolas poco intensivas, especialmente en el sur y centro peninsular. Sin embargo, su distribución es cada vez más fragmentada. A finales de agosto y septiembre inicia el viaje de regreso hacia África, cerrando así un ciclo que repite año tras año.
Uno de los comportamientos más típicos de la carraca es el uso de posaderos elevados: postes, cables eléctricos o árboles secos. Desde ahí otea el terreno en busca de grandes insectos, como saltamontes, escarabajos o grillos, aunque también puede capturar pequeños reptiles o roedores.
A pesar de su belleza y de lo llamativa que resulta, la carraca europea ha sufrido un fuerte declive en las últimas décadas. La intensificación agrícola, la pérdida de lugares de nidificación y el uso de pesticidas han reducido muchas de sus poblaciones. Por eso, cada encuentro con esta especie tiene algo de privilegio.
Ver varias carracas en un mismo tramo de carretera, en pleno verano, es una buena señal y también un recordatorio de lo importante que es conservar estos paisajes agrarios tradicionales.

No hay comentarios:
Publicar un comentario